Por qué cedemos ante el pecado sexual

¿Por qué el salmista no está rogando por
continencia sexual? ¿Por qué David no está
pidiendo por un grupo de hombres que lo ayuden
a no pecar? ¿Por qué no está pidiendo ojos
protegidos y una mente libre de pensamientos
sexuales? En este salmo de confesión y
arrepentimiento después de básicamente violar a
Betsabé, uno esperaría que David pidiera algo así.

La razón por la que no lo hace es porque sabe que
el pecado sexual es un síntoma y no la enfermedad.

Las personas ceden ante el pecado sexual porque
no tienen la plenitud del gozo y la alegría que
hay en Cristo. Su espíritu no es consistente, ni
está firme, ni establecidos, sino que flaquea. La
tentación se les presenta y ceden porque Dios no
ocupa el lugar que debería ocupar en sus emociones
y pensamientos.

David sabía esto acerca de sí mismo y es verdad
acerca de nosotros también. David nos muestra, por
la manera en que ora, cuál es la verdadera
necesidad de aquellos que caen en pecado sexual:
gozo en Dios.

Esto es sabiduría profunda para nosotros.

Encuentra más devocionales de John Piper en Español
en nuestro sitio web: