Los cimientos de nuestra seguridad

Docenas de pasajes de la Biblia nos hablan de
que nuestra salvación final (aunque no nuestra
elección) depende de tener una vida y un
corazón que han sido transformados.
La pregunta que surge entonces es la siguiente:
¿Cómo puedo tener la seguridad de que
perseveraré en la fe y en la santidad necesarias
para heredar la vida eterna?

La respuesta es que la seguridad está cimentada
en nuestra elección (2 Pedro 2:10). La elección
divina es la garantía de que Dios se encargará
de completar, a través de la gracia
santificadora, lo que la gracia electiva ha
comenzado.

Ese es el significado del nuevo pacto: Dios no
solo manda que lo obedezcamos; él produce en
nosotros la obediencia. «El Señor tu Dios
circuncidará tu corazón y el corazón de tus
descendientes, para que ames al Señor tu Dios con
todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que
vivas» (Deuteronomio 30:6). «Pondré dentro de
vosotros mi Espíritu y haré que andéis en mis
estatutos» (Ezequiel 36:27, 11:20).

La elección asegura que «a los que justificó, a
estos también glorificó» (Romanos 8:30), de
modo que todas las condiciones establecidas para
la glorificación se cumplirán por el poder de la
gracia de Dios.
La elección es el fundamento definitivo de la
seguridad de salvación, ya que si Dios es el que
se compromete a salvar, también es él quien se
compromete a producir todo lo necesario para la
salvación.

Encuentra más devocionales de John Piper en Español
en nuestro sitio web: