Gracia para cada necesidad

Gracia para el futuro es la petición constante
en la oración de los salmistas. Oran por ella
vez tras vez para satisfacer toda necesidad.
Dejan a todos los santos un modelo a seguir
de dependencia diaria en la gracia venidera
para cada emergencia.

Los salmistas claman por gracia:

· cuando necesitan ayuda: «Escucha, oh Señor,
y ten piedad de mí; oh Señor, sé tú mi socorro»
(Salmos 30:10);

· cuando están débiles: «Vuélvete hacia mí, y
tenme piedad; da tu poder a tu siervo, y salva
al hijo de tu sierva» (Salmos 86:16);

· cuando necesitan sanidad: «Ten piedad de mí,
Señor, pues languidezco; sáname, Señor»
(Salmos 6:2);

· cuando son afligidos por sus enemigos: «Oh Señor,
ten piedad de mí; mira mi aflicción por causa de
los que me aborrecen» (Salmos 9:13);

· cuando se sienten solos: «Vuélvete a mí y tenme
piedad, porque estoy solitario y afligido»
(Salmos 25:16);

· cuando están acongojados: «Ten piedad de mí,
oh Señor, porque estoy en angustia; se consumen
de sufrir mis ojos» (Salmos 31:9);

· cuando han pecado: «Oh Señor, ten piedad de mí;
sana mi alma, porque contra ti he pecado»
(Salmos 41:4);

· cuando anhelan que el nombre de Dios sea exaltado
entre las naciones: «Dios tenga piedad de nosotros
y nos bendiga… para que sea conocido en la tierra
tu camino…» (Salmos 67:1-2).

Sin lugar a dudas, la oración es el gran vínculo de
fe entre el alma de cada santo y la promesa de la
gracia venidera. Si el propósito de Dios para el
ministerio es que se sostenga por la oración,
entonces el ministerio ha de sostenerse por la fe
en la gracia venidera.

Encuentra más devocionales de John Piper en Español
en nuestro sitio web: