Cuando todos nos abandonan

Esta mañana me detuve a pensar en esas
magníficas palabras que le rompen el corazón
a uno. Pablo estaba bajo custodia en Roma.
Hasta donde sabemos, no lo soltaron.
Su última carta termina de esta manera.

¡Consideren esto y queden atónitos!
Él fue abandonado. Un hombre mayor, un fiel
servidor en una ciudad ajena, lejos de su casa,
rodeado de enemigos y en peligro de muerte.
¿Por qué? Respuesta: Para poder escribir esta
oración maravillosa a nuestras almas:
¡«Pero el Señor estuvo conmigo»!

¡Oh, cuánto amo esas palabras! Cuando los amigos
más cercanos nos abandonan, ¿clamamos en contra
de Dios? ¿Será que nuestro dios en realidad es
la gente en nuestra vida? ¿O será que esta
verdad gloriosa nos llena de coraje: «Estaré con
ustedes hasta el fin del mundo»? ¿Se fortalece
nuestro corazón con el juramento inexorable:
«Nunca te dejaré ni te desampararé»?

Entonces digamos: «¡El Señor estuvo conmigo!».
Pregunta: ¿Cuál era la amenaza en el
versículo 18? Respuesta: ¡Que Pablo no llegara
a salvo al reino celestial del Señor!
«El Señor… me traerá a salvo a su reino celestial».

Pregunta: ¿De qué manera estaba en peligro el
hecho de que Pablo alcanzara el reino
celestial? Respuesta: «toda obra mala».
«El Señor me librará de toda obra mala y me
traerá a salvo a su reino celestial».

Pregunta: ¿Cómo puede ser que una obra mala
ponga en peligro el hecho de que Pablo alcance
el reino celestial? Respuesta: al tentarlo a
abandonar su lealtad a Cristo por medio de la
desobediencia.

Pregunta: ¿Fue esta tentación de «la boca del
león» de la que él fue librado? Respuesta: Sí.
«Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho
como león rugiente, buscando a quién devorar.
Pero resistidle firmes en la fe».

Pregunta: ¿Entonces quién se lleva la gloria de
que Pablo no cediera ante esta tentación sino
que permaneciera en fe y obediencia hasta el
final? Respuesta: «A Él (el Señor) sea la
gloria por los siglos de los siglos».

La última pregunta: ¿Por qué? ¿No fue acaso Pablo
quien se mantuvo firme? Respuesta:
¡«El Señor estuvo conmigo y me fortaleció»!

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