Estar «en Cristo Jesús» es una realidad
extraordinaria. El significado de estar en Cristo
nos deja sin aliento. Unidos a Cristo. Atados
a Cristo.
Si estamos «en Cristo», veamos lo que esto
significa para nosotros:
En Cristo Jesús hemos sido sentados en los lugares
celestiales, inclusive mientras él vivió en la
tierra. Eso es lo que muestra Efesios 2:6: «Y con
Él nos resucitó, y con Él nos sentó en los lugares
celestiales en Cristo Jesús».
En Cristo Jesús todas las promesas de Dios son «sí»
para nosotros, según lo expresa 2 Corintios 1:20:
«Todas las promesas que ha hecho Dios son sí en
Cristo».
En Cristo Jesús estamos siendo santificados y hechos
santos: «A la iglesia de Dios que está en Corinto, a
los que han sido santificados en Cristo Jesús»
(1 Corintios 1:2).
En Cristo Jesús todo lo que realmente necesitemos nos
será provisto, tal como dice Filipenses 4:19: «Mi
Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme
a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús».
En Cristo Jesús la paz de Dios guardará nuestro corazón
y nuestra mente: «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras
mentes en Cristo Jesús» (Filipenses 4:7).
En Cristo Jesús tenemos vida eterna. Romanos 6:23
dice: «Porque la paga del pecado es muerte, pero la
dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro».
Por último, en Cristo Jesús Dios nos resucitará de entre
los muertos en la venida del Señor: «Porque así como en
Adán todos mueren, también en Cristo todos serán
vivificados» (1 Corintios 15:22). Todos los que están
unidos a Adán en la primera humanidad mueren. ¡Todos
los que están unidos a Cristo en la nueva humanidad
resucitan a una vida nueva!
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