Nosotros somos su casa

La iglesia de Jesucristo es la casa de Dios
hoy en día. Eso significa que esta mañana,
no solo tiempo atrás en los días de Moisés
ni en los días de Jesús en la tierra, esta
misma mañana, Cristo es nuestro Hacedor,
nuestro Dueño, nuestro Señor y nuestro
Proveedor.

Él es el Hijo, nosotros los siervos. Somos
la casa de Dios. Moisés es uno de nosotros en
esta casa, es un siervo como nosotros a
través de su ministerio profético. Pero
Jesús es nuestro Hacedor, nuestro Dueño,
nuestro Señor y nuestro Proveedor.

El pasaje concluye diciendo que nosotros somos
su casa, su pueblo, partícipes de un llamado
celestial, «si retenemos firme hasta el fin
nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza».
La evidencia de que somos parte de la casa de
Dios es que no desechamos nuestra esperanza.
Hebreos 10:35 dice: «no desechéis vuestra confianza,
la cual tiene gran recompensa». Por lo tanto, no
caemos en la indiferencia e incredulidad.

Convertirse al cristianismo y ser un cristiano son
dos procesos que ocurren de la misma manera:
esperando en Jesús, con una clase de esperanza que
produce seguridad y gloriarse en Jesús.

¿En que está esperanzado hoy? ¿Dónde está buscando
seguridad? ¿En usted mismo? ¿En inversiones
inteligentes? ¿En rutinas de entrenamiento físico?
¿En el trabajo arduo? ¿En el azar?

La Palabra de Dios para usted hoy es:
«considere a Jesús». Y espere en él. Entonces será
parte de su casa y él será su Hacedor, su Dueño,
su Señor y su Proveedor.

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