La razón por la que hay tanta desgracia en
el matrimonio no es que los esposos y
esposas buscan su propio placer, sino que
no lo buscan en el placer de su cónyuge.
El mandamiento bíblico para los esposos y
esposas es buscar su propio gozo en el gozo
de su cónyuge.
Difícilmente haya un pasaje más hedonista
en la Biblia que Efesios 5:25?30, el cual
habla del matrimonio. Se les dice a los
maridos que deben amar a sus esposas así
como Cristo amó a la iglesia.
¿Cómo amó Cristo a la iglesia?: «se dio a
sí mismo por ella». ¿Para qué?: «para
santificarla, habiéndola purificado».
Pero ¿para qué quiso santificarla?:
«a fin de presentársela a sí mismo, una
iglesia en toda su gloria».
¡Esa es la respuesta! «Por el gozo puesto
delante de Él soportó la cruz» (Hebreos 12:2).
¿Qué gozo? El gozo de la unión con su esposa,
la iglesia.
Jesús no quiere una iglesia corrompida e
impía. Por eso es que estuvo dispuesto a
morir para santificar y purificar a su
prometida y así poder presentársela a sí mismo
como una esposa «en toda su gloria». Obtuvo
el deseo de su corazón al entregarse a sí
mismo por el bien de su esposa
Encuentra más devocionales de John Piper en Español
en nuestro sitio web: