El nombre de Dios casi siempre se traduce como
SEÑOR (con todas las letras en mayúsculas) en
diferentes versiones de la Biblia. Pero en
hebreo se pronuncia de un modo parecido a Yahweh,
y proviene del término que significa ‘Yo soy’.
Por lo tanto, cada vez que oímos la palabra
Yahweh, o cada vez que vemos la palabra SEÑOR en
la Biblia, deberíamos pensar: este es un nombre
propio (como Pedro o Juan) basado en el término
que significa ‘Yo soy’ para recordarnos cada vez
que Dios absolutamente es.
Hay al menos diez cosas que el nombre Yahweh,
‘YO SOY’, dice acerca de Dios:
1. Él jamás tuvo un principio. Todos los niños
preguntan: «¿Quién hizo a Dios?». Y todo padre
sabio responde: «Nadie hizo a Dios. Dios
simplemente es y siempre fue. No tuvo principio».
2. Dios jamás tendrá un final. Si nunca nació,
tampoco puede dejar de ser, porque él es.
3. Dios es la realidad absoluta. No hay realidad
antes de él. No hay realidad fuera de él, a menos
que él mismo así lo desee y la cree. Él es todo
lo que fue desde la eternidad. Ningún espacio, ni
universo, ni vacío. Solo Dios.
4. Dios es totalmente independiente. No depende
de nada que asegure su existencia, ni necesita de
nada que lo sostenga, ni que lo aconseje, ni que
haga lo que él es.
5. Todo lo que no es Dios depende enteramente de
Dios. La totalidad del universo es absolutamente
secundaria. Existe porque Dios lo creó y sigue
existiendo, a cada momento, por la decisión de
Dios de mantener su existencia.
6. Todo el universo, en comparación a Dios, es
como nada. La realidad dependiente y contingente
es a la realidad independiente y absoluta, como
la sombra es a la sustancia. Como el eco es al
trueno. Todo lo que nos asombra del mundo y de
las galaxias, comparado a Dios, es como nada.
7. Dios es constante. Es el mismo ayer, hoy y
siempre. No puede mejorar. No se está convirtiendo
en nada. Él es quien él es.
8. Dios es el parámetro absoluto de verdad, bondad
y belleza. No hay libro de la ley por el que él se
rija para saber lo que es correcto. No hay
registro que establezca hechos y acontecimientos.
No hay gremio que pueda determinar lo que es
excelente o bello. Él mismo es el estándar de lo
que es correcto, lo que es verdadero, lo que es bello.
9. Dios hace todo lo que le place hacer y esto es
siempre correcto y siempre es bello y siempre es
acorde a la verdad. Toda realidad que se halle fuera
de él, él la creó y la diseñó y la gobierna como la
absoluta realidad. Por lo tanto, es totalmente libre
de cualquier condición que no se haya originado según
el consejo de su propia voluntad.
10. Dios es la persona y la realidad más valiosa e
importante del universo. Él es más digno de interés
y atención y admiración y deleite que todas las demás
realidades, incluyendo el universo entero.
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