Mientras más real parezca Satanás en nuestro día
más preciosa será la victoria de Cristo para
aquellos que creen en él.
El Nuevo Testamento enseña que cuando Cristo
murió y resucitó, Satanás fue vencido. Se le ha
concedido un tiempo de libertad limitada, pero su
poder contra el pueblo de Dios está quebrantado y
la destrucción del diablo es segura.
«El Hijo de Dios se manifestó con este propósito:
para destruir las obras del diablo» (1 Juan 3:8).
«Él [Cristo] también compartió esa naturaleza
humana para anular, mediante la muerte, al que
tiene el dominio de la muerte es decir, al diablo»
(Hebreos 2:14). *«Y habiendo [Dios] despojado a
los poderes y autoridades, hizo de ellos un
espectáculo público, triunfando sobre ellos por
medio de Él» (Colosenses 2:15).
En otras palabras, el golpe decisivo fue dado en
el Calvario. Y un día, cuando el tiempo de la
libertad limitada de Satanás haya terminado, dice
Apocalipsis 20:10: «El diablo será arrojado al lago
de fuego y azufre serán atormentados día y noche
por los siglos de los siglos».
¿Qué significa esto para aquellos que seguimos
a Cristo?
«Por consiguiente, no hay ahora condenación para los
que están en Cristo Jesús» (Romanos 8:1).
«¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el
que justifica» (Romanos 8:33).
«Ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo
por venir, ni los poderes ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios que es en
Cristo Jesús» (Romanos 8:38).
«Mayor es el que está en vosotros que el que está en
el mundo» (1 Juan 4:4).
«Ellos lo vencieron por medio de la sangre del
Cordero y por la palabra del testimonio de ellos»
(Apocalipsis 12:11).
Por lo tanto: ¡«Resistid, pues, al diablo y huirá de
vosotros»! Él ya ha sido vencido, y nos ha sido dada
la victoria. Nuestra tarea ahora es vivir en esa
victoria y dar a conocer a Satanás su derrota.
Encuentra más devocionales de John Piper en Español
en nuestro sitio web: