¿En qué sentido la muerte es «ganancia»?
1) Nuestros espíritus serán hechos perfectos
(Hebreos 12:22-23).
No habrá más pecado en nosotros. Se habrá acabado
la guerra interna, y las profundas decepciones
por haber ofendido al Señor que nos amó y se dio a
sí mismo por nosotros.
Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte
Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén
celestial, y a miríadas de ángeles, a la asamblea
general e iglesia de los primogénitos que están
inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos,
y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos.
2) Seremos librados del dolor de este mundo
(Lucas 16:24-25).
El gozo de la resurrección tendrá que esperar un poco
más, pero tendremos gozo por ser libres del dolor.
Jesús cuenta la historia de Lázaro y el rico para
mostrar cómo serán revertidos los roles:
Y gritando, [el hombre rico] dijo: «Padre Abraham, ten
misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la
punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues
estoy en agonía en esta llama». Pero Abraham le dijo:
«Hijo, recuerda que durante tu vida recibiste tus bienes,
y Lázaro, igualmente, males; pero ahora él es consolado
aquí, y tú estás en agonía».
3) Nuestra alma entrará en un descanso profundo
(Apocalipsis 6:9-11).
Habrá tal serenidad bajo la mirada vigilante de Dios,
que sobrepasará todo lo que hemos conocido aquí.
La calma será mayor que la del más cálido atardecer,
junto al más pacífico de los lagos, en el más feliz de
los momentos de nuestra vida.
Vi debajo del altar las almas de los que habían sido
muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio
que habían mantenido; y clamaban a gran voz, diciendo:
¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para
juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la
tierra? Y se le dio a cada uno una vestidura blanca;
y se les dijo que descansaran un poco más de tiempo.
4) Sentiremos una profunda sensación de estar en
nuestro hogar (2 Corintios 5:8).
Toda la raza humana tiene una gran añoranza por
Dios, sin saberlo. Cuando vayamos a nuestra morada
en Cristo, habrá un contentamiento que superará toda
sensación de seguridad y paz que podamos haber
experimentado antes.
Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar
ausentes del cuerpo y habitar con el Señor.
5) Estaremos con Cristo
(Filipenses 1:21-23).
Cristo es más maravilloso que cualquier otra persona
sobre la faz de la tierra. Es más sabio, más fuerte,
más amable que cualquier otra persona con la que
disfrutemos pasar el tiempo. Es infinitamente
interesante. Sabe con exactitud qué hacer y qué decir
en cada situación para hacer que sus invitados se
sientan tan a gusto como sea posible. Su amor se
desborda, y cuenta con incontables formas de expresar
este amor, de modo que aquellos a quienes él ama se
sientan amados. Por eso es que Pablo dice:
Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es
ganancia. Pero si el vivir en la carne, esto significa
para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál
escoger, pues de ambos lados me siento apremiado,
teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues
eso es mucho mejor.
Encuentra más devocionales de John Piper en Español
en nuestro sitio web: